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Cuento: “Puede que si, puede que no…”

Había  una vez un hombre que vivía en un pueblo y que tenía un caballo. Un dia el caballo se le escapó y todos los vecinos del pueblo le decían: “fijate que desgracia que te paso: perder tu único caballo tan valioso para tu trabajo”  a lo que hombre les contestó: “ puede que sí, puede que no …”  

Pasaron unos días y de repente su caballo apareció con una manada de los caballos salvajes y de noche a mañana el hombre se ha convertido en el más rico del pueblo por tener  tantos caballos por lo que los vecinos del pueblo  otra vez empezaron a opinar: “fijate que suerte que tienes, de repente ser dueño de tantos caballos, ahora te haz convertido en un hombre más rico del  pueblo”,  a lo que el hombre les contestó como de costumbre : “puede que sí, puede que no…“

Pasaron unos unos días y de repente  su único hijo a intentar montar un caballo salvaje se  ha roto la pierna y otra vez los vecinos empezaron a decirle: “fijate que mala suerte que has tenido, tu único hijo que Te ayudaba con los caballos y ahora se ha puesto enfermo tan de repente fijaTe que desgracia para Tu familia a lo que hombre  les contestó como siempre: “puede que sí, puede que no ….“ 

Pasaron otros  días  más  y de repente empezó un conflicto territorial  entre varios países por lo que todos los hombres jóvenes fueron llamados a la guerra como soldados. Todos  menos los que tenían alguna discapacidad física  por lo que su hijo podía quedarse en el pueblo y no tener que ir a la guerra. Así que otra vez los vecinos de pueblo decían al hombre “ que suerte que tuvo Tu único hijo de romperse la pierna justo antes que empezó la guerra así se puede quedar a Tu lado y estar tranquilo en su casa, pero por su sorpresa  el hombre les contestó como siempre con una sonrisa de sabio : “puede que sí, puede que no“ …

Y así continúa el cuento “puede que sí, puede que no“ que es un cuento de nunca acabar, ya que lo que según los acontecimientos  nos puede parecer malo o bueno en un momento dado, solo  con el tiempo se verá realmente si ha sido una suerte o una desgracia, por lo que la moraleja de este cuento es que no hay que precipitarse nunca preocupándose demasiado pronto por las cosas que nos suceden ya que nunca sabemos si lo que nos parece una desgracia a la larga resultara ser una suerte o en reves …